Los antiguos guerreros Samurái japoneses utilizaron las libélulas como
emblema y símbolo de buena suerte. Eran llamadas kachi-mushi, insectos
victoriosos.
El emperador Yuryako Tenno cazaba en la llanura
de Yoshino cuando fue picado por un tábano. Una libélula mató al tábano y el
emperador quedó tan agradecido que bautizó a la región con el nombre de Akitsuno,
es decir, llanura de las libélulas.
Libélulas de Kasahara Kunihiko, construidas en nuestro taller